06 Ago ENTRENANDO X2
CÓMO SEGUIR ENTRENANDO CUANDO VAS A SER MAMÁ
Desde el minuto uno que te enteras que estás embarazada, todo cambia. Ahora ya no eres tú sola, sois tú y el bebé, y empezarás a recibir un montón de consejos médicos, familiares, internet, entre otras cosas sobre el entrenamiento. Si estabas habituada a entrenar antes del embarazo dejar de hacerlo (siempre que no haya contraindicaciones médicas) sería un error ya que la actividad física durante el embarazo está científicamente demostrada que beneficia tanto a la madre cómo al bebé. Pero hay algunas cosas que debes tener en cuenta…
Visto bueno de tu médico antes de empezar a sudar
Esta regla es indispensable. Normalmente se recomienda pasar el primer trimestre del embarazo para comenzar con la actividad física, sin embargo, cada caso es único e individual por eso tu ginecólogo/a y/o tu matrón/a siempre te orientarán cuando es el momento más adecuado para que empieces o si no hace falta que pares de entrenar.
Además, es muy recomendable que un fisioterapeuta especialista en suelo pélvico te valore la función de tus músculos abdominales y de la pelvis antes de empezar a entrenar. De esta forma será más fácil adaptar tu entrenamiento sabiendo cual es el estado real desde el que partes.
El entrenamiento
En cualquier caso, desde el inicio del embarazo el entrenamiento deberá adaptarse a todos los cambios que van a ocurrir en tu cuerpo. En el primer trimestre no habrá a penas limitación física, tu barriga aun no te impedirá moverte, sin embargo, el malestar físico es muy habitual (náuseas, vómitos) por lo que regular la intensidad de la actividad será lo más importante.
En el segundo y tercer trimestre necesitaremos modificar más el tipo de ejercicio puesto que la barriga será un impedimento mayor para ciertos movimientos. Evitaremos realizar ejercicios de impacto y ejercicios en los que tengas que estar demasiado tiempo boca arriba (para evitar mareos o dificultad en la respiración por la presión del útero) e incluso tu entrenador te podrá aconsejar el utilizar pelotas o almohadas que te permitan a estar más incorporada. Tómate tu tiempo en los cambios de posición, según avance el embarazo, cada vez deberás controlar más la velocidad de tus movimientos. Recuerda, se trata de mantenerte activa y ágil, no de conseguir ningún record.
Hidrátate
De normal es muy importante estar hidratado antes, durante y después de la actividad física, pero en el embarazo esto se vuelve más importante aún. Estar bien hidratada es imprescindible para un embarazo saludable, te ayudará a retener menos líquidos, eliminar toxinas y mejorar el funcionamiento de tus músculos y ligamentos entre otras muchas cosas.
Comer bien no es comer por dos
Quizás el embarazo sea uno de los momentos de tu vida en dónde lo que comas va a contar mucho, ya que el desarrollo de tu bebé dependerá de lo que ingieras. Con el segundo y tercer trimestre es normal que tengas que aumentar ligeramente el aporte calórico en tu dieta. Esto no significa comer por dos, si no saber elegir bien los alimentos que te van a aportar energía y nutrientes buenos para ti y tu bebé. Además, si estás realizando actividad física deberás tener en cuenta esto para no entrar en déficit calórico (si no es lo deseado). Si tienes dudas al respecto, un nutricionista es el profesional que mejor podrá ayudarte.
Planifica tu entrenamiento y descansa
Escucha a tu cuerpo, habrá días en los que te sientas llena de energía y vitalidad para entrenar y otros en los que sólo te apetecerá echarte una siesta o simplemente dar un paseo. No te juzgues por ello. No olvides todo lo que está haciendo tu cuerpo… ¡está gestando una nueva vida! dale tregua cuando te lo pida y sobretodo disfrútalo porque serán momentos únicos.